Existen muchas opciones a la hora de comprar una vivienda. Desde las más comunes, como la adquisición de obra nueva, hasta otras alternativas, como la compra de un inmueble en subasta.
Las subastas ofrecen la posibilidad de adquirir propiedades a precios potencialmente más bajos que en el mercado convencional, pero también presentan desafíos únicos y requieren una cuidadosa planificación.
Descubre las viviendas en subasta por precios que parten desde los 4.500 euros y aprovecha esta gran oportunidad de compra.
¿Cuándo sale una vivienda a subasta?
Una subasta de vivienda es un procedimiento judicial o administrativo que se realiza cuando el propietario de una casa no puede pagar sus deudas y el acreedor solicita al juzgado o a la administración pública que se embargue y se venda el inmueble para cobrar lo que se le debe.
Existen diferentes tipos de subastas de viviendas según el origen de la deuda y el organismo que la convoca:
Subastas judiciales
Son las que se realizan por orden de un juzgado cuando el propietario de una vivienda no paga una hipoteca, una pensión alimenticia, una multa o cualquier otra obligación legal. El juzgado designa un administrador judicial que se encarga de tasar el inmueble, publicar el anuncio de la subasta y adjudicar el bien al mejor postor.
Subastas de la Agencia Tributaria
Aquellas realizadas por parte de la Hacienda Pública cuando el propietario de una vivienda no paga sus impuestos, como el IRPF, el IVA o el Impuesto de Sociedades. La Agencia Tributaria embarga el inmueble y lo subasta a través del portal del BOE, donde se pueden consultar los bienes en proceso de subasta.
Subastas de la Seguridad Social
Son las que se realizan por parte de la Tesorería General de la Seguridad Social cuando el propietario de una vivienda no paga sus cotizaciones sociales. La Seguridad Social embarga el inmueble y lo subasta a través del portal del BOE, siguiendo el mismo procedimiento que la Agencia Tributaria.
Subastas notariales
Aquellas realizadas por parte de un notario cuando el propietario de una vivienda no paga una deuda privada, como un préstamo personal o una factura. El notario actúa como intermediario entre el acreedor y el deudor y convoca la subasta con el consentimiento de ambos. El notario actúa como el administrador designado por el juzgado del primer caso que te hemos citado.
Las ventajas de comprar una vivienda en subasta
- Se puede acceder a viviendas de diferentes tipos, tamaños y ubicaciones, que pueden estar en buen estado o necesitar reformas
- Es posible conseguir un ahorro de entre el 20% y el 50% respecto al precio de mercado, según el tipo de subasta y el grado de competencia entre los postores
- Se permite participar en las subastas de forma presencial o telemática, lo que facilita el acceso a las ofertas disponibles
- Se puede obtener financiación para la compra de la vivienda siempre que se cumplan los requisitos exigidos por la entidad subastadora o por el banco que concede el préstamo
Inconvenientes de las subastas de viviendas
- Se requiere un desembolso inicial para participar en la subasta, que suele ser del 5% del valor de salida de la vivienda y que se pierde si finalmente no se adjudica el inmueble
- Se debe asumir el riesgo de que la vivienda tenga cargas o deudas pendientes (hipotecas, impuestos, gastos de comunidad, etc.)
- Se dispone de poco tiempo e información para conocer el estado real de la vivienda, lo que puede suponer sorpresas desagradables o costes adicionales una vez realizada la compra
- Hay que cumplir la normativa y las condiciones de cada subasta, que puede variar según la entidad que la organiza, el tipo de procedimiento y el origen de la vivienda
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